La sabiduría de Dios

Fuimos creados por el Autor de la Vida, nuestro Dios. Él nos creo para hacernos vencedores en este mundo, así como el Señor Jesús venció. Y, para eso, desea dar a todos el Espíritu de Sabiduría. Sin embargo, solamente Lo recibe aquel que pide con fe y que vive en obediencia y fidelidad a Él. Como está escrito:

«Y, si alguno tiene falta de sabiduría, pida a Dios, que da a todos abundantemente…» (Santiago 1.5)

Temer a Dios es el principio del saber. Este es el secreto para obtener Su Sabiduría. Quiere decir, cuando Lo respetamos y Lo consideramos como Señor y Salvador de nuestra alma, tenemos el cuidado de no desagradarlo o entristecerlo.

A partir del momento que una persona conoce a Dios, pasa a tener Vida verdaderamente dentro de si. No tiene dificultades en obedecer Su Palabra; Entiende que, al devolver los diezmos y dar sus ofrendas a Dios, está colocandolo en primer lugar, demostrando, con esa actitud, su fidelidad y temor, y que el Señor es la persona más importante para ella.

La persona que es fiel es guiada y protegida por Sus manos en todo lo que hace; Luego, le va bien en la familia, en los estudios, en las finanzas, etc. Además de eso, tiene sus ojos abiertos para ver, a través de la fe, cuanto Dios es grande y poderoso. Y si tan solamente confiaré sus sueños a Él, verá Su voluntad realizarse en todos los aspectos de su vida.

Imagine, entonces, que acontece cuando la persona es llena del Espíritu de Dios, el Espíritu que todo creo! Sus talentos son vistos, le es dada Sabiduría para planear y realizar los sueños que anhela. Esta persona sigue el camino del bien y no solo es bendecida, bendice a los que la rodean y a su familia.

El apóstol Pablo puede enseñar ese principio de fidelidad y temor a los primeros cristianos. El joven Timoteo aprendió bien temprano esta enseñanza:

«…Viva una vida correcta, de dedicación a Dios, de fe, de amor, de perseverancia y de respeto por los otros.» (1 Timoteo 6.11 NTLH)

Pocas personas saben que la vida solo tiene sabor cuando Dios esta a su lado. Y esa sociedad con el Señor está relacionada a la sincera dedicación a Él, a servirlo con su mejor y a obedecer Su Palabra, o sea, a vivir cada día la fe inteligente con perseverancia y amar a los que están perdidos. Dios busca siervos fieles y llenos del Espíritu de Sabiduría, con el fin de llevar la Palabra de Poder a los que sufren,  para que sean liberados de los vicios e idolatría.

Por lo tanto, amiguitos, si reverenciamos y obedecemos a Dios, encontraremos la verdadera Sabiduría para vencer todo y vivir plenamente unos con los otros.

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