FUERTE Y VALIENTE

En la época de Josué, el pueblo vivía preocupado por conquistar y defender sus territorios. Se hablaba de guerra, se levantaba nación contra nación y la inquietud era general. Hoy, esos reinos no existen más. El comercio se modernizó, tenemos industrias y tecnología; pero, esa clase de problemas continúan preocupando a todos. Incluso en épocas de estabilidad gubernamental, las personas sienten miedo e inquietud. y, en períodos de inestabilidad el pueblo se preocupa aún más, teme a que le falten recursos que los ayuden a sobrevivir y que les sean privadas muchas cosas. La Palabra que le fue dada a Josué también nos sirve: «¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.», (Josué 1:9 LBLA). Quien anda con Dios no tiene miedo, pues sabe que no está solo. No se desanima, tiene coraje y fuerza para luchar y vencer, ya que Dios nunca pierde. Con este ánimo y fe en la palabra de Dios, el pueblo de Israel conquistó Jericó y muchas otras ciudades. Ellos aprendieron que el camino hacia la victoria era obedecer al Altísimo y sacrificar, creyendo en Su palabra. Vivían en abundancia y prosperidad. Mientras permanecían en los caminos de Él, vencían y no necesitaban preocuparse por nada. Nosotros también tenemos que andar en esa misma fe. El Señor Jesús sacrificó Su vida para salvarnos y para que tengamos comunión espiritual con el Padre Celestial. Todo en nuestra vida física se conquista por medio del sacrificio. Para vivir en este mundo lleno de competencias, necesitamos estudiar y trabajar mucho. Quien sacrifica y depende de la fe en el Dios Vivo, conquista una vida abundante. Esto mismo se aplica con la familia, hay que tener una fe inteligente, carácter, fidelidad y seguir las leyes de Dios para alcanzar el éxito familiar. Todos los que actúan de esta manera son animados por el Espíritu de Dios a seguir sin miedo. A cualquier lugar que necesiten ir, tendrán la certeza de que Dios estará con ellos, para guardarlos y bendecirlos. Entonces, no tengan miedo de las cosas que suceden en el mundo, como guerras, inundaciones, terremotos u otras catástrofes. Tampoco se preocupen con los problemas por los que pasan día tras días como el bullying en la escuela. Dios guarda y protege a aquellos que viven en obediencia a Él y sacrifican el miedo confiando en Sus promesas. Podemos tener la seguridad que la mayoría de las personas de este mundo no tienen. No importa lo que esté sucediendo en este mundo, en el país o en su vida; usted está protegido y tiene la orientación de Dios. Él dice: «Sé fuerte y valiente, Yo estoy con ustedes».

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