Linda a los ojos de Dios

“Entonces Él les refirió esta parábola, diciendo ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso…”, (Lucas 15:3-5).

Pensemos en este pasaje y en todo lo que quiere decir. Hay momentos en que sentimos que no somos importantes, que nuestra vida y nuestros sentimientos no le importan a nadie.

En esos momentos tenemos que pensar en el amor de Dios. La Palabra de Dios dice que Él es capaz de dejar noventa y nueve ovejas para ir a buscar la perdida.

Al Señor Jesús no le importa que tan lejos esté de Su presencia. Dios nos ama tanto que nos extraña si estamos lejos. Cuando estés triste porque alguien te ofendió o estás decepcionada por alguna lucha que estás pasando, recordá cuán amada sos por Dios.

Él te conoce y sabe lo que necesitás, Él quiere ser el agua que sacia tu sed.

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